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sábado, diciembre 2, 2023

¿Es el CrossFit sexista?

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Lidia Santiago - Periodista
Lidia Santiago - Periodista
Periodista con amplia experiencia internacional en comunicación corporativa, apasionada del deporte y muy fan de las cañas de después.

“La igualdad económica entre sexos no se alcanzará hasta 2186” (Global Gender Gap Report 2016, Foro Económico Mundial)

“Cristina Moreno, primera mujer teniente coronel de la Guardia Civil en España” (El Diario, 2016)

“Comisaria Pilar Allúe: así es la mujer que aspira a ser la primera directora de la Policía” (El Confidencial, 2017)

Querido lector, quiero pedirte un favor: si decides leer este artículo hasta el final, abre tu mente, porque lo que te espera a continuación es un alegato en favor del CrossFit y su enorme capacidad de empoderamiento de la mujer, un tema sensible pero que es necesario tratar teniendo en cuenta el nivel de desigualdad de género que aún existe en nuestra sociedad, como demuestran los tres titulares de arriba.

¿Hay sexismo en crossfit? Sí. ¿Es el crossfit sexista? No. ¿Qué es lo que pasa entonces?

Para poder darte una respuesta lo más objetiva y documentada posible, he recurrido a libros, artículos académicos y periodísticos y, lo más importante de todo, he recabado la opinión de 160 crossfiters como tú que amablemente se han prestado a compartir conmigo experiencias e intimidades (¡mil gracias!).

Antecedentes del sexismo en el deporte

Comencemos entendiendo qué es el sexismo y su presencia en el deporte a lo largo de la historia.

El sexismo es la ideología que asigna roles sociales, valores y capacidades exclusivamente en función del sexo, con preponderancia y mayor valor social de un sexo sobre otro. Históricamente la supremacía ha sido masculina, por lo que se ha convertido en un sistema de  valor y de poder del hombre sobre la mujer (Hablamos de Deporte, Instituto de la Mujer).

El deporte fue creado “por y para los hombres”, como un espacio común en el que desarrollar y exhibir las cualidades físicas y morales masculinas. La introducción de la mujer en el siglo XIX fue lenta y complicada, debido a que chocaba con el estereotipo femenino imperante, estaba mal visto que las mujeres hicieran actividades consideradas “masculinas” (¡¿te suena esto familiar?!).

En el siglo XX la mujer accedió a competiciones deportivas pero se encontró con el rechazo de buena parte de la sociedad, consiguiendo poco a poco hacerse un hueco. En los Juegos Olímpicos, por ejemplo, a principios de siglo solo permitían a unas pocas participar en pruebas consideradas “adecuadas”; en los años 20, decidieron crear sus propias olimpiadas femeninas pero no fueron reconocidas por el C.O.I. y en 1928, gracias a su empeño, la presencia femenina en los JJOO se generalizó. El número de participantes femeninas y disciplinas olímpicas no excluyentes han ido aumentando gradualmente hasta llegar al año 2012, donde por primera vez compitieron en todas las disciplinas.

Aquí tengo que romper una lanza a favor de los hombres que se dedican a la gimnasia rítmica o la natación sincronizada porque sufren hoy en día este mismo sexismo, al ser excluidos de estas modalidades en los Juegos Olímpicos y tener que enfrentarse a los estereotipos imperantes (BRAVO por estos valientes).

Tal y como nos explica Beatriz Gimeno en su blog, “las mujeres vivieron el deporte como una actividad liberadora”, primero en la vestimenta pero también en los movimientos, lo que puso al deporte en el punto de mira de los sexólogos y psicólogos de la época, que lo consideraban un “peligro” para la sociedad porque las mujeres “se masculinizaban”. Esta mentalidad sigue en parte vigente hoy en día, pues son muchas las deportistas que parecen esforzarse en demostrar que son “femeninas” y “sexi”,  protagonizando portadas y campañas de publicidad con poca ropa, en poses sugerentes, etc., lo que pone el foco de atención en su aspecto físico y no en sus aptitudes o logros como deportistas.

Problemas actuales

“El deporte tiene la habilidad de encapsular en miniatura las características y cualidades de la sociedad en general» (In The Game: Female Athletes Battle With Sexism, University of North Carolina)

Según un artículo del Journal of Sport Management, los asuntos a los que se enfrenta la mujer en el deporte en la actualidad son: ausencia en puestos de liderazgo, diferencias salariales, diferencias cuantitativas y cualitativas en la cobertura de los medios y escasez de sponsors.

Si bien ya se han alcanzado cotas altas de participación femenina en competiciones internacionales, la ocupación de altos cargos por parte de mujeres sigue siendo una asignatura pendiente. En España, solo las federaciones de vela, petanca y salvamento y socorrismo tienen una mujer al frente.

Hasta dentro de 170 años no habrá igualdad salarial, según los expertos. Un ejemplo muy llamativo es el de la selección nacional femenina de fútbol de EE.UU., cuyas jugadoras recibieron por ganar el mundial en 2015 solo un cuarto de lo que los jugadores de la selección masculina ganaron por ser descalificados en la primera fase.

Respecto a la cobertura mediática, nos encontramos con una diferencia abismal en el tiempo y espacio que los medidos les dedican a ellos. Además, los logros de las deportistas se suelen trivializar y son frecuentes las referencias a su aspecto físico o a su condición como madre o esposa, en lugar de centrarse solo en sus cualidades o ejecución como deportistas, que es lo normal en el tratamiento de las figuras masculinas.

El Instituto de la Mujer describe muy bien en su libro cómo la imagen de la mujer deportista es usada a menudo para emitir mensajes sexistas: “uso erótico de la figura de la deportista o de la mujer que hace deporte, invisibilidad de la mujer que genera la noticia, uso de imágenes que aluden al hecho de ser mujer más que el éxito deportivo, imágenes que confirman los estereotipos de género, ausencia de representación femenina en temas mixtos y utilización de la imagen deportiva fuera del ámbito del deporte”. 

Sexismo en CrossFit 

Teniendo en cuenta todo lo explicado anteriormente, es hora de ver qué ocurre en el mundo del CrossFit. Para ello, he utilizado la información de dos estudios académicos y la recabada a través de una encuesta propia realizada en España.

Representación de género en el CrossFit Journal: análisis de contenido

El artículo Gender representation in the CrossFit Journal: a content análisis (Bobbi A. Knapp Sport In Society Vol. 18 , Iss. 6, 2015) examinó 2166 fotografías publicadas en el CrossFit Journal en 2002, 2006, 2008 y 2012, para determinar si las ideologías de género dominantes eran reforzadas o desafiadas. Los resultados, a grandes rasgos, fueron los siguientes:

  • Mayor representación masculina que femenina (72% – 28% respectivamente)
  • La representación femenina aumentó del 8% en 2002-2006 al 33% en 2008-2012, lo que sugiere un “debilitamiento de los lazos con la hegemonía masculina”.
  • La representación de hombres y mujeres juntos también tuvo un aumento considerable pasando del 2,5% al 59%.
  • Se confirman análisis anteriores según los cuales las representaciones de género que ofrecen más “resistencia” se encuentran a menudo en nichos de mercado más pequeños.
  • La masculinidad hegemónica se mantiene, pero el canon de ideal femenino fue reforzado y desafiado.
  • Ruptura con los roles de género tradicionales, sobre todo al aumentar el número de imágenes femeninas tras los Games, lo cual rompe con la idea de que el entrenamiento funcional que el CrossFit representa es exclusivo para hombres.
  • A pesar de que los números no son equitativos, los resultados de este estudio sugieren que la integración de géneros continúa creciendo.

‘Strong Is The New Sexy: Women, CrossFit, and the Postfeminist Ideal’

(Myra S. Washington, Megan Economides, First Published November 23, 2015)

Este estudio examinó cómo la retórica empleada por la marca CrossFit, medios especializados y atletas formula su ideal femenino, concluyendo que, por un lado aumenta las posibilidades para el cuerpo femenino, pero por otro continúa reflejando el prototipo hegemónico de la feminidad atractiva y heteronormativa. Conclusiones del estudio a tener en cuenta:

  • El discurso de CF va dirigido a un tipo muy específico de mujer: jóvenes, activas, fundamentalmente blancas y con acceso a los recursos que les permiten tener éxito: dinero, tiempo y energía.
  • Mientras que CF contribuye a que se esté valorando en la actualidad la fuerza física de la mujer y los cuerpos fuertes, también expone esos cuerpos como objetos sexuales; la retórica empleada continúa haciendo referencias al atractivo, la feminidad y el cuerpo de las atletas.
  • Al hablar sobre sus hazañas deportivas, CF se centra en el «rendimiento» en lugar de la «apariencia», sin embargo, pone el énfasis en “mujeres atractivas haciendo cosas atléticas” para atraer más atención al deporte/negocio.
  • Camile Leblanc-Bazinet ha sido “enmarcada” desde sus inicios en CF primero como mujer guapa y, segundo, como atleta. Estas referencias a su aspecto físico, cuando van de la mano de su rendimiento como competidora, le restan importancia a este.
  • A pesar de que en las imágenes suelen aparecer representadas personas de diversa índole (raza, edad, nacionalidad), suelen ser siempre atractivas y con un tipo de cuerpo muy similar. Las atletas que no se ajustan del todo a este perfil, como Julie Foucher, Valerie Voboril, o Elisabeth Akinwale, reciben un tratamiento diferente, siendo “marginalizadas” en las promociones por no mostrar tanto su cuerpo en el caso de las dos primeras, y mostrándola en su rol de madre, en el segundo.

La Encuesta

Una vez recopilada toda la información que os he expuesto hasta ahora, decidí lanzar una encuesta a través de mis círculos sociales para conocer la opinión de coaches, atletas y abonados de los boxes. Obtuve un total de 161 respuestas (62 hombres y 99 mujeres) de crossfiters de diferentes puntos de la geografía española: Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, Andalucía, Canarias, Navarra, Aragón, País Vasco y Extremadura.

Hay que destacar que el perfil sociológico de ambos sexos es muy similar: 30 años, solteros, con grado universitario o superior y trabajo a tiempo completo. Pero no solo eso, hombres y mujeres también coinciden en su perfil como crossfiter: lo practican desde hace uno a tres años, entrenan entre cuatro y seis días a la semana, sus ejercicios favoritos son los de fuerza seguidos de los metabólicos y gimnásticos, les motiva mejorar y superarse a sí mismos y son bastante competitivos. Lo que más les gusta del CrossFit es la posibilidad de superación, que es un entrenamiento completo y variado y el sentimiento de comunidad, y el objetivo que persigue la mayoría es mejorar su condición física, seguido de mejorar su aspecto físico, en el caso de ellos, y de liberar estrés, en el caso de ellas.

Pues bien, parece que hombres y mujeres no solo coinciden en su perfil, sino que comparten opiniones sobre los temas tratados:

Igualdad en el CrossFit

Le pregunté a los encuestados por el porcentaje de hombres y mujeres, tanto coaches como abonados, que entrena en sus boxes y la respuesta en la inmensa mayoría de los casos fue que hay más hombres que mujeres. Esto confirma los datos aportados por Reebok, según los cuales, de los más de 50.000 abonados en aproximadamente 325 boxes oficiales en España, el 25-30% son mujeres y el 70-75% hombres. Donde sí parece que hay igualdad es en los salarios de los coaches y los premios de las competiciones.

Un tema controvertido es el de la segregación por sexos en las competiciones, algo que la mayoría considera “normal” argumentando que es lo que sucede en otros deportes y que hay diferencias fisiológicas entre hombres y mujeres que lo justifican, ya que ellos suelen levantar más peso. Consideran que de este modo es más fácil la comparación entre atletas, que favorece el espectáculo y también señalan que se hace así para facilitar la gestión, la logística. No obstante, varios encuestados consideran que quizás sí habría que replantear la forma en que se compite, “hay mujeres y hombres que levantan pesos muy similares y la verdad es que no estaría nada mal que hubiera una competición mixta”.

Sobre si el CrossFit es igualitario, la inmensa mayoría piensa que sí por su carácter inclusivo y la posibilidad de adaptar los ejercicios a la condición de cada persona, independientemente del sexo. Sin embargo, también hay personas que consideran que “todavía se cree que es un deporte más de hombres que de mujeres” debido a que “la sociedad piensa que levantar pesas no es un deporte de chicas”. “Poco a poco se va luchando contra la idea de que hacer este tipo de deportes te vuelve masculina”, señala una encuestada.

Sexismo en el box

En primer lugar hay que remarcar que absolutamente todos los participantes consideran que el ambiente en sus boxes es bueno, destacando el compañerismo como característica principal.

En cuanto al trato que reciben las mujeres en el box, tanto por parte de los coaches como de los compañeros, la opinión general es que es bueno o muy bueno, hacen referencia a la profesionalidad de los coaches y al compañerismo, se trata a todo el mundo por igual. Sin embargo, algunos encuestados consideran que a las mujeres en ocasiones se las trata con más “suavidad” o “condescendencia”.

A este respecto, es interesante la opinión de una coach, que considera que “(el trato) por parte de los compañeros es igualitario, los clientes son al principio un poco más reacios o desconfiados (sobre todo los hombres, las mujeres agradecen tener un perfil femenino en el que fijarse), pero después de una clase ven que somos o podemos ser igual o mejores que los hombres en nuestro trabajo”.

Otro tema planteado en la encuesta fue la existencia de comentarios y comportamientos sexistas en el box. Muchos de los encuestados afirman que no han recibido o presenciado ninguno, sin embargo, hay algunas excepciones que es conveniente poner de relieve porque la mayoría de las veces no se es consciente de ello y deberían evitarse:

«Siempre en tono broma y más hacia hombres que hacía mujeres, como por ejemplo: «tu novia está mas fuerte que tú»

«Se comenta demasiado a menudo lo buenas que están algunas socias»

«Voy a subir peso, que me va a ganar una chica»

«Hay apuntadas chicas en clase y tendría que ser la clase para nosotros porque ellas no levantan tanto peso»

«Uff, tenerte delante me va a poner nervioso»

«¿Qué hacen tantas chicas en esta clase?»

«Llamar “nenaza” a un chico por no atreverse a realizar algún ejercicio»

Cobertura y tratamiento de los medios de comunicación

Ya hemos visto que según varios estudios, aunque el CrossFit está ayudando a que haya más igualdad en este aspecto, todavía se aprecian características comunes con otros deportes, tales como la sexualización de la imagen de la mujer o las referencias a su aspecto físico o condición de mujer, en lugar de a sus aptitudes y logros como atleta. Algo que no pasa desapercibido entre los encuestados: “es denigrante, cualquier referencia en publicidad es haciendo énfasis en su físico, en un estándar estético muy concreto y en cómo lograrlo. Para nada se centran en cualidades atléticas (físicas y mentales)”. “Las mujeres siguen siendo «el cuerpo» y los hombres «la fuerza», la performance. Todavía hay mucho trabajo por delante”.

A pesar de esto, más de la mitad de los encuestados no percibe desigualdad en el tratamiento mediático: “es cierto que en otros deportes la atención mayoritariamente la captan los hombres, pero en el caso del CrossFit, a nivel internacional creo que muchas mujeres alcanzan incluso mayor relevancia que los hombres”. “Creo que es diferente al del resto de deportes, espero que este deporte ayude a cambiar la percepción que la gente que no compite tiene de las mujeres deportistas”, “tenemos que conseguir que el resto de mujeres lo vean como algo normal”.

Aspecto físico de las atletas

En un artículo académico leía que “los cuerpos de las atletas femeninas están bajo constante escrutinio y se analizan viendo en qué medida coinciden con el estándar patriarcal de cómo debe ser el aspecto de una mujer”. Este estándar es el de las pasarelas y revistas de moda, que representa a mujeres delgadas y “delicadas”. Por este motivo, los cuerpos atléticos femeninos son a menudo considerados “masculinos” y criticados por ello.

Pero esto no pasa entre crossfiters, el 62% de los hombres y el 80% de las mujeres encuestados manifiesta que la feminidad no tiene nada que ver con los músculos y que les gusta esta estética:

«El cuerpo humano está diseñado para ser fuerte, correr, huir, cazar… No solo el del hombre, sino también el de la mujer. Por lo tanto, ¿por qué debe este responder a un canon irreal?»

«En el deporte no se pretende ser femenino ni masculino, sino ser bueno, superarse, competir. Se debe estar en forma, no es una pasarela de moda»

«Están fenomenal…Su cuerpo es el reflejo de su esfuerzo y sacrificio… Ya quisiera yo»

«Creo que los estándares de belleza están cambiando, cada vez se valora más a la mujer que aparenta ser capaz e independiente en todos los ámbitos de su vida»

«Desde que hago CF me siento más femenina, lo que entiendo que debería ser «sentirse femenina» y es que me siento más mujer haciendo cosas que nunca se ha esperado que hiciéramos las mujeres, levantando peso y haciendo fuerza. Siento más orgullo de ser así y, para mí, el ser femenina va en sentirte cómoda siendo mujer haciendo lo que sea que hagas»

Querido lector, creo que llegados a este punto ya has podido comprobar que, efectivamente, el CrossFit en sí mismo no es sexista, “no asigna roles sociales, valores y capacidades exclusivamente en función del sexo, con preponderancia y mayor valor social de un sexo sobre otro”, más bien todo lo contrario: “hace mujeres fuertes e independientes”. Aunque es cierto que aún queda trabajo por hacer para erradicar comentarios y comportamientos sexistas.

Acabar con el sexismo en el deporte no va a ser tarea fácil pero me atrevo a decir que el CrossFit ha iniciado una “revolución” que es imparable, porque cada días somos más. El cambio ya ha comenzado en los boxes de todo el mundo, donde cada día millones de mujeres nos dejamos la piel entrenando “de tú a tú” con los compañeros masculinos. Esos lugares austeros y sin espejos donde no se da cabida a las diferencias, donde todos -hombres y mujeres, mayores y jóvenes, gordos y flacos- compartimos espacio y entrenamientos. El único lugar en el que yo, y muchas mujeres como yo, nos sentimos en igualdad de condiciones, fuertes y hasta admiradas. Un sentimiento, un empoderamiento que luego trasladamos a las demás esferas de nuestra vida:

«Soy madre soltera y tengo muy poco tiempo para entrenar, el Crossfit me ha dado algo que ningún gimnasio o deporte me ha dado: superarme a mí misma, desconectar del mundo y sentirme a gusto en un sitio, y sobretodo ver que soy capaz de hacerlo todo»

«El CrossFit ha cambiado mi forma de vida y el concepto que tenía del deporte en general. Creo que es muy importante para las mujeres, porque hace que nos concienciemos de lo necesaria que es la fuerza»

«Toda mi vida he hecho deporte y creo que el CrossFit es en el que menos “discriminación” he recibido, he sido tratada como una igual desde el minuto cero, algo que nunca me había pasado»

«Sin duda, cada día veo mujeres capaces de hacer lo mismo que nosotros más y mejor, no existen limitaciones»

«El CrossFit ayuda a subir la autoestima a las mujeres al ver que nosotras también podemos ser tan fuertes como ellos»

«Afortunadamente está cambiando la forma de ver a la mujer en el deporte. Hace 30 años no se tenía el mismo concepto, está siendo revolucionado y esto hace, no solo que la mujer adopte más confianza en sí misma y autoridad, si no menos incidencia de enfermedades relacionadas con el sedentarismo. En mi opinión estamos dando un paso gigante y positivo hacia un presente y futuro igualitario en lo deportivo»

¿Y tú cómo lo ves, te subes a este tren?

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4 COMENTARIOS

  1. Entiendo este artículo, yo me lo he planteado muchas veces. Sin embargo no coincido en que los hombres y las mujeres levanten pesos similares, otra cosa es que se hagan competiciones mixtas (ya las hay por equipos), pero vamos, por pura genética no es planteable. Y mira que no me mola utilizar ese argumento pero la segregación de hormonas es indiscutible en la diferencia en cuanto a rendimiento deportivo se refiere. Y también te digo, el Crossfit es un deporte que muestra a las mujeres como Atletas, no las idealiza como totems de la feminidad. Que puede avanzase más por supuesto, pero me parece que el Crossfit está muy lejos de ser un deporte sexista.

  2. AvatarAtletas transexuales en competiciones deportivas: la controversia – trans identitats ATC llibertat

    […] información para el reportaje sobre sexismo en crossfit publicado el año pasado, di con una noticia que me llamó mucho la atención: la atleta transexual […]

  3. Un post realmente interesante, Lidia. La verdad es que es un tema que plantea muchos puntos de vista y matices. Donde yo entreno hay muchas chicas y la verdad es que estamos todos muy integrados. Como debe ser. ¡Un saludo!

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