Una de las cosas que nos engancha del crossfit es que hay tal variedad de ejercicios, movimientos y WOD, que nunca caemos en la rutina. «La rutina es el enemigo», te dicen en cuanto entras por la puerta del box.
Pero, con tanta variedad… ¿Por dónde empiezo?
La respuesta es «por dominar los básicos«, por supuesto. Como en cualquier otra disciplina deportiva, hasta que no controles la base, no sigas subiendo peldaños.
Este consejo tan simple suele ser el menos respetado por la mayoría de los asiduos al box, con ganas irrefrenables de avanzar y mejorar en todo, y olvidamos sentar unas buenas bases que nos ayudarán a la larga a formar un «todo» mucho más potente y estable.
Pero además de los movimientos básicos que has de dominar para entrenar y disfrutar de los WOD de tu box, esos que siempre te viene bien seguir practicando para que tu técnica sea cada vez mejor, existe para mi un ejercicio que NUNCA, NUNCA, NUNCA, deberías dejar de entrenar.
Si me pidiesen que eligiera un solo ejercicio, yo lo tendría claro.
MI IMPRESCINDIBLE en crossfit es… (tensión a lo Dave Castro)… el squat (sentadilla).
Recuerdo mis primeros meses en el box. Llegabas, mirabas a la pizarra y pensabas “¿Hoy también hay sentadillas?” De alguna manera u otra, la sentadilla aparecía por todos lados. Back Squat, front squat, wall ball shots, thrusters, squat cleans, air squats…
Y analizándolo detenidamente, tiene sentido. Todo el sentido del mundo.
Porque, ¿acaso no te pasas el día usando tus piernas? ¿No te levantas y te sientas constantemente? ¿No tienes la necesidad muchas veces de trasladarte con cargas como la compra o bultos grandes? ¿No tienes que levantarte del suelo o subir peldaños grandes? ¿No tienes que correr, saltar, brincar…?
La sentadilla es el ejercicio básico con peso libre que más musculatura trabaja y que más transferencia a la vida normal tiene.
Pero es que además de su funcionalidad y de facilitarnos las actividades cotidianas, el squat es un ejercicio capaz de fortalecer todo tu cuerpo. Ayuda a fortalecer los músculos de tus piernas, mientras que los estabilizadores-el abdomen, la zona lumbar y caderas-juegan un papel muy importante en su ejecución, y la implicación y el fortalecimiento que se consigue en el core es inmenso.
Unas piernas fuertes son cruciales para lograr mantenerse en movimiento a medida que envejecemos y las sentadillas deberían estar en la programación de cualquier individuo, independientemente de su objetivo y edad.
Ya seas una crossfitera que no sale del box, una ejecutiva que tiene que sacar tiempo de debajo de las piedras para entrenar, una abuelita que persigue a su nieto pequeño o una runner de fin de semana, te interesa saber que los estudios relacionan las sentadillas con la habilidad atlética. Las sentadillas nos ayudan a correr más rápido, a estar más ágiles y a brincar más alto, razón por la que este ejercicio es parte de prácticamente todos los programas de entrenamiento de los atletas profesionales, independientemente del deporte que practiquen.
Y por último, ¿sabéis con qué ejercicio se consigue ese culito y esas piernas con las que los vaqueros, las mallas, las minifaldas y el bikini te sientan de miedo?
Efectívamente, la respuesta es: ¡¡SENTADILLAS!!
* Podría terminar con 2 o 3 ejemplos de WOD con squats ….o dejarlo para otro artículo 🙂