Los SARMS, siglas en inglés de Selective Androgen Receptor Modulators, son una clase de compuestos químicos que han ganado popularidad en el mundo del fitness y culturismo por sus supuestos beneficios en el aumento de masa muscular y reducción de grasa corporal. Sin embargo, su uso y efectos han generado cierta controversia en el ámbito deportivo debido a su similitud con los esteroides anabólicos y su impacto en la salud.
Qué son los SARMS
Los SARMS son un tipo de moduladores selectivos de los receptores androgénicos, que actúan en el cuerpo como un tipo de esteroide anabólico. Los SARMS se unen a los receptores androgénicos en el músculo, lo que aumenta la síntesis de proteínas y, por lo tanto, promueve el crecimiento muscular. A diferencia de los esteroides anabólicos, los SARMS tienen una selectividad específica por los receptores androgénicos, lo que significa que son menos propensos a afectar otros sistemas del cuerpo, como el hígado, los riñones y el sistema nervioso. No obstante, no están privados de efectos dañinos a quien los consume.
El origen de los SARMs se remonta a los años 40, cuando se descubrió que los esteroides anabólicos podían aumentar la masa muscular y mejorar el rendimiento físico. Sin embargo, los esteroides anabólicos también tenían efectos secundarios graves, como daño hepático, aumento del acné, calvicie y otros problemas de salud.
En respuesta a estos efectos secundarios, los investigadores comenzaron a buscar alternativas más seguras a los esteroides anabólicos. Los SARMs surgieron como una solución potencialmente más segura, ya que se dirigen específicamente a los receptores de andrógenos en los músculos y huesos, sin afectar otros órganos.
En la década de 1990, se iniciaron investigaciones sobre los SARMs como tratamiento para enfermedades como la osteoporosis y la hipogonadismo. Hasta el día de hoy, estas investigaciones no dejaron nada claro. Por ello, no se recomienda su consumo.
Efectos secundarios de los SARMS
A pesar de que los SARMS se han promocionado como una alternativa más segura a los esteroides anabólicos, su uso ha sido relacionado con una serie de efectos secundarios negativos. Algunos de los efectos secundarios comunes de los SARMS incluyen acné, cambios en el estado de ánimo, cambios en la libido y aumento del riesgo de cáncer de próstata en hombres. Además, algunos estudios han demostrado que los SARMS pueden tener un impacto negativo en la salud cardiovascular, incluyendo un aumento en la presión arterial y los niveles de colesterol.
Tipos de SARMS
Existen varios tipos de SARMS que se utilizan, aunque están totalmente prohibidos, en el mundo del deporte. Algunos de los SARMS más populares incluyen:
Ostarine (MK-2866): se cree que es uno de los SARMS más populares debido a su efectividad para ganar masa muscular magra y fuerza.
Ligandrol (LGD-4033): se cree que es uno de los SARMS más fuertes y efectivos para ganar músculo y fuerza.
Andarine (S-4): se utiliza principalmente para ayudar a la pérdida de grasa corporal y aumentar la densidad ósea. También se cree que mejora la fuerza muscular y la resistencia.
Cardarine (GW-501516): aunque técnicamente no es un SARM, se incluye comúnmente en la categoría debido a su efectividad para mejorar la resistencia y la quema de grasa.
RAD-140: se cree que es uno de los SARMS más fuertes y efectivos para aumentar la masa muscular y la fuerza, además de ayudar a prevenir la pérdida muscular durante una fase de déficit calórico.
Consecuencias en CrossFit
En el mundo del Crossfit, los SARMS se han utilizado cada vez más en los últimos años como una forma de mejorar el rendimiento y la recuperación después del entrenamiento. Sin embargo, su uso en competiciones y eventos deportivos está prohibido por la mayoría de las organizaciones deportivas, ya que se consideran sustancias dopantes. Además, su uso puede tener consecuencias negativas en el rendimiento y la salud de los atletas a largo plazo. Los SARMS pueden afectar la producción natural de testosterona, lo que puede tener un impacto en el rendimiento y la recuperación muscular a largo plazo.
De hecho, hay varios atletas que en la historia de este deporte han sido suspendidos por haber ingerido tales sustancias. Son los casos de:
- Ricky Garard: fue despojado de su tercer lugar en los CrossFit Games de 2017 después de dar positivo por SARMs.
- Emily Abbott: una de las atletas más conocidas en la escena del CrossFit en Canadá, fue suspendida en 2018 después de dar positivo por LGD-4033.
- Josh Goldstein: un atleta de CrossFit Games de 2018, dio positivo por Ligandrol y recibió una suspensión de cuatro años en 2019.
- James Newbury: fue suspendido en 2018 por el uso de SARMs, pero no recibió una suspensión ya que se determinó que la sustancia fue ingerida por accidente en un suplemento contaminado.
- Kristin Holte: una de las atletas más destacadas de Europa, fue suspendida en 2018 por el uso de SARMs, pero como en el caso anterior, se demostró que la sustancia fue ingerida accidentalmente en un suplemento contaminado.
Es importante destacar que el consumo de SARMs está prohibido en competiciones deportivas y puede llevar a la descalificación y sanciones deportivas. Además, el uso de estas sustancias puede tener efectos secundarios graves en la salud y debe ser evitado sin supervisión médica adecuada.