¿Cómo realizar una buena rehabilitación y recuperación?

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Siempre andamos con prisas, yendo de un sitio a otro como pollos sin cabeza, sin pararnos a pensar en nuestro tiempo para hacer nuestras cosas (comer, labores del hogar, leer…). Nos centramos en los demás y nos olvidamos de nosotros mismos.

Digamos que el único rato en el que nos centramos en nosotros y dejamos de pensar en todo lo que tenemos que hacer es cuando bajamos a nuestro box a entrenar. Pero aun así, en nuestro entrenamiento seguimos con las prisas: sin haber descansado queremos hacer el mejor tiempo, sin comer como debemos queremos batir nuestro RM o nos vamos sin estirar porque tenemos que preparar “no sé qué” para mañana.

Actuando así sobre nuestro cuerpo, ¿cómo no nos vamos a lesionar? Y lo peor, si somos de actuar así, sin darnos prioridad, ¿cómo vamos a realizar una buena rehabilitación frente a cualquier tipo de lesión?

Este post lo vamos a dedicar a dar unos pequeños consejos frente a cualquier tipo de lesión aunque va un poco más enfocado a lesiones graves y diferentes aspectos de la lesión que no se suelen tener en cuenta.

Compromiso con uno mismo

La base de toda buena recuperación no es contar con el mejor centro, los mejores materiales o el mejor terapeuta, todo es mucho más simple que eso, es el compromiso al que uno puede llegar con su cuerpo.

Es un trabajo costoso porque duele movilizar o trabajar las zonas afectadas, pero uno tiene que pensar que todo el tiempo invertido en la recuperación traerá mejores resultados. Porque hay que tener en cuenta que por muy buenos que sean los especialistas que estén contigo en la rehabilitación, solo están ese tiempo contigo al día, frente a las 24 horas que tiene el día. Ya con este dato piensa en las horas que trabajas con ellos a la semana y las que estás tú solo con ese reto por delante.

Por eso mismo, teniendo en cuenta el cómputo de horas, es necesario estar mentalizado y buscar cualquier momento para hacer ejercicios o movimientos que te puedan ayudar a una pronta recuperación o a obtener un mayor rango de movilidad.

Los terapeutas se rigen por protocolos de actuación, hacen lo que les dice el médico y suelen trabajar solo las sesiones preestablecidas. Por eso mismo, para una optimización de tu cuerpo eres tú el que debe informarse y preguntar qué tipo de trabajo puedes ir realizando y cuál es su debida ejecución (siempre preguntar a expertos).

Inversión

Como ya hemos hablado la inversión de tiempo es importante, pero ¿de dinero también tiene que ser costosa?

Vemos en los telediarios la recuperación de los atletas profesionales utilizando maquinaria de última generación de un alto coste y siempre en las mejores clínicas, y de ahí nuestro pensamiento que cuanto más cara sea la máquina mejor irá nuestra recuperación y, bueno, en parte es así por los estudios varios que se realizan con esas máquinas, pero tu rehabilitación no tiene por qué ser mala porque se haga con un presupuesto menor.

En los hospitales públicos normalmente no suelen contar con la maquinaria que tiene, por ejemplo, el Real Madrid para sus jugadores, pero sí se ejecutan buenas terapias para unas rehabilitaciones efectivas con otro tipo de máquinas o materiales.

Para comenzar, una rehabilitación para la cual se haya tenido que pasar por quirófano, lo primero que se ha de hacer una vez el médico dictamine es: empezar por movilizaciones y estiramientos, y a partir de ahí según se vayan obteniendo resultados hay que ir dificultando el ejercicio. Importante trabajarlo desde el minuto 0 para intentar perder la menor masa muscular posible y evitar adherencias en las cicatrices, las cuales se vuelven más rígidas y pierden elasticidad con el paso del tiempo.

Una vez vamos comprobando que se avanza en la recuperación, uno de los siguientes pasos es complicar los ejercicios con algún tipo de resistencia. Puede ser la simple contra resistencia de la mano de nuestro fisioterapeuta o empezar a implementar algún  material como gomas elásticas o mancuernas de pesos pequeños. Si todavía nos parece que no se está preparado para hacer este tipo de trabajo también se puede dificultar con trabajo de isométricos.

Aunque este tipo de material sea más o menos barato, si tenemos la oportunidad de utilizar algún tipo de aparato de electroestimulación de uso casero sería aconsejable.  Hay equipos que van desde los 80 € hasta superar los 1.200 €. Habrá días que nos duela un poco más de lo normal o no habrá nadie que nos pueda ayudar a realizar los ejercicios, o el simple hecho de que estamos más cansados de lo normal, pero seguro que ponernos durante 20 minutos la máquina, que es solo pegar unos parches y colocar unos cables, no nos dará pereza.

Para realizar este tipo de ejercicios es importante la ayuda de otra persona. A ser posible, hacerlo con algún familiar o amigo terapeuta, pero normalmente se suele pedir ayuda a la persona más cercana de nuestro círculo. Cierto es que la experiencia y el conocimiento es un punto a favor a la hora de ayudar, pero todo bien explicado y comprendido es lo que realmente se necesita. Porque hay que recordar la famosa frase  “para llegar rápido ve solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado”, así que no dudes en pedir ayuda.

Como última fase de la recuperación y para no invertir más dinero en materiales, una excelente idea sería ir a un gimnasio convencional y realizar trabajos en la piscina. También se podría realizar en nuestro box, pero mejor empezar a realizar más esfuerzo en máquinas específicas que aíslan el grupo muscular o articulación. Sin olvidarnos de trabajar la propiocepción, ya que es la consciencia de la propia postura corporal con respecto al medio que nos rodea

Una buena programación

Aunque en el apartado anterior se haya hablado a grandes rasgos de los procesos que tiene una rehabilitación, tienes que pensar que es un proceso lento y hay que seguir los mismos pasos que haces con la programación de tu coach del box. En este caso será el fisioterapeuta el que marque los ejercicios, repes y tiempos. Al igual que seguimos la programación para mejorar en nuestra debilidades, en este caso se trabaja la recuperación del miembro afectado, poco a poco y sin prisas se irán obteniendo resultados. Un ejemplo claro y que se va a entender muy bien es el proceso que hemos vivido todos con el snatch. Se empieza con la pica y ejercicios de movilidad, hasta que se coge una barra y se empieza a ejecutar debidamente, y ya como final le vamos poniendo peso poco a poco. No hay que desanimarse por lo duro y largo que sea el camino.

No hay que perder el ánimo

El hecho de verse truncados nuestro objetivo y ver que todo nuestro esfuerzo se va al garete frente a los retos que nos propusimos es difícil de aceptar. Estar apenado en casa y llorando no va a servir de nada, aunque no nos guste hay que aceptarlo como viene y empezar a trabajarlo desde el primer momento.

Parecerá una tontería, pero el hecho de ver tu lesión como un problema te condiciona y retrasa la rehabilitación frente a cambiar tu punto de vista y empezar a verlo como un reto. Teniendo una mente positiva y predispuesta a trabajar sin pensar en el esfuerzo hace mucho más llevadero todo el proceso.

En este proceso como en los WOD, habrá días buenos, malos, días en los que estarás más cansado, días en los que te parecerá que no has hecho nada y días en los que no hagas nada de verdad por vaguería. En ningún momento hay que perder el ánimo por muy difícil que veas la recuperación, es un proceso costoso  y doloroso pero tendrás mucha gente ayudándote para que todo salga de la manera esperada.

Nutrición

No hay una nutrición específica para cada lesión, como ya sabemos que sí ocurre para diferentes objetivos que trabajamos (volumen, rendimiento, fuerza, composición corporal…). Lo que sí se puede decir es que el sobrepeso no es bueno para nadie y mucho menos cuando se está guardando reposo por lesión.

Este es un apartado del cual tenemos que ser más conscientes porque sin darnos cuenta empezamos a picotear sin control alguno y cuando uno se da cuenta ya tiene encima esos kilos de más que tanto nos costó perder. Está claro que algo de peso se cogerá debido a la inactividad física y por las visitas que siempre te traen unas chuches para pasar un momento agradable contigo y animarte, pero tenemos que trabajar en cuidar las cantidades y los excesos para no entorpecer todo lo que llevamos trabajado.

En este momento es cuando más vida saludable tienes que mantener, ejecutar todos esos buenos hábitos que tanto te costó introducir en tu vida y no perderlos pese al mal momento que se está pasando.

Ya por fin, vuelta al box

Por fin llegó el momento esperado, todo el trabajo realizado ha dado sus frutos, el médico nos da el alta definitiva y nos dice: “ya puede hacer vida normal”. Y nosotros frente a esa liberación preguntamos: “¿puedo empezar ya a hacer crossfit?” A la que el doctor es posible que responda: “no me gusta ese deporte, pero si te gusta hazlo con cabeza, despacio y poco peso”.

Hay que estar muy mentalizado de que tenemos que volver como si fuéramos  novatos, de nada sirve recordar los grandes RM que teníamos o los tiempazos que llegamos a hacer, ahora nuestro cuerpo no está preparado para hacer ese volumen de trabajo y debemos empezar de nuevo.

Cuesta bastante no picarse con tus compañeros de entrenos, pero en este caso no hay que dejarse llevar por la emoción y, aunque te digan que puedes con algo más de peso en cualquier movimiento, hay que dejarlo pasar. Se tiene que empezar con poco solo para que el cuerpo se vuelva a habituar a ese ejercicio y a esa intensidad, ya volverás a entrenar al nivel que te gusta y a plantearte esos objetivos que tocó retrasar un poco por la lesión.

Piensa que eres un novato adelantado porque la técnica de los ejercicios ya sabes ejecutarla bien, así que tu trabajo en este momento es ver las sensaciones que tienes en cada repe y no estar pensando en la técnica por ir pesado, y si aun así esto no te motiva mucho en la vuelta, piensa que al ir con poco peso puedes ayudar a los nuevos a ejecutarlo bien, ayudarles en sus objetivos y echar una mano a tu coach y ganarte el respeto de tus compañeros, que eso siempre es bueno.

Este artículo es para saber llevar o entender varios aspectos de las rehabilitaciones y saber actuar de la mejor manera sobre ellas. Todos somos diferentes y está claro que a algunos les irán mejor unas cosas que otras, o se tendrán diferentes ideas sobre el mismo problema, lo importante es que se trabaje para una buena recuperación, ya que ese es el objetivo y si hay alguna duda siempre preguntar a un experto de la materia.

Recuperad lo que no tengáis a nivel óptimo, preguntad las dudas y sed felices.

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