Son muchas las tendencias que aparecen y se olvidan, que actualmente ofrecen multitud de centros deportivos. En estas actividades sudas, aumentas pulsaciones, socializas, progresas y desahogas tensiones. Unas veces se realizan con peso, otras utilizas el de tu propio cuerpo o simplemente te mueves en diferentes direcciones. Pero todas estas sesiones tienen algo en común y es que en algún momento van a ser similares, si no iguales a otras realizadas anteriormente. En algún momento tu cuerpo va a pedir más, vas a querer superarte física y mentalmente y no vas a tener medios para poder hacerlo. Vas a tener que elegir entre aumentar la masa muscular o perderla. Es aquí donde te preguntas el qué habrá más allá de esas sensaciones tan comunes que ya te resultan hasta cómodas. Sientes la necesidad de salir de tu zona de confort y afrontar tus miedos, de hacer ejercicios diferentes y de transformarte físicamente.
Si te sientes así, quizá un box sea la solución. Con la base de ser constantemente variados, los ejercicios funcionales harán de tu cuerpo una máquina algo más perfecta preparada para las situaciones más imprevistas de la vida real y como efecto secundario obtendrás un mejor aspecto y una mejora en la calidad de vida.
[ctt template=»12″ link=»xZVfc» via=»yes» nofollow=»yes»]¿Por qué CrossFit y no otras modalidades? – @infowod[/ctt]
Siempre guiados y con una buena base en la que se aprendan los patrones de movimientos más usuales en este tipo de entrenamiento, podrás experimentar en pocas semanas los beneficios más tempranos como la perdida de grasa o el aumento de la capacidad pulmonar. Estas mejoras son fundamentales para evitar futuras enfermedades o reducir y eliminar las que tengamos. Y esto es debido a la intensidad con la que se hacen las sesiones, principalmente el WOD (workout of the day). Es por el aumento de la tasa metabólica, que mejora la capacidad del cuerpo para oxidar tanto la glucosa como la grasa antes y después del ejercicio. Siempre teniendo en cuenta las posibles patologías cardiovasculares que se puedan tener y adaptando los ejercicios. Metabolizar la glucosa de una forma más efectiva hará que nuestra resistencia mejore cuantitativamente y por otro lado metabolizar la grasa que es un lastre para la mejora de nuestro rendimiento. Por otro lado, aunque no menos importante, tendremos un aumento de las endorfinas, con la consecuente sensación de satisfacción y aumento de autoestima.
Todo ello, unido a la sensación única de superarte a ti mismo entrenamiento tras entrenamiento en todas las facetas deportivas que te imagines, hace del Crossfit algo inalcanzable para el resto de modalidades deportivas.
Todo puede comenzar un día cualquiera a las 8 de la mañana cuando solo tengas ganas de estar en la cama, encontrándote en una sala diáfana con techos altos, delante de una barra olímpica con dos discos de diez kilos. Un marcador en lo alto comenzará la cuenta atrás y finalmente te marcará el comienzo con un pitido. Es aquí cuando tus pulsaciones se dispararán y te sumergirás en el Rock & Roll que suena por todo el espacio. Estarás haciendo el “ workout of the day ” de una sesión de Crossfit ¡Estarás buscando el siguiente nivel!