El GPS de la ‘app’ de fitness Strava desvela la ubicación de bases secretas de EE.UU
Que salgas a correr un rato por tu barrio y registres el recorrido con aplicaciones de fitness como Strava no tiene nada de particular. La cosa, eso sí, se complica cuando quienes registran el recorrido son militares en sus bases secretas.
La aplicación de fitness Strava se ha revelado como enemiga insospechada de la inteligencia de EEUU: su sistema de GPS revela las posiciones secretas del Ejército de EE.UU y de sus aliados en lugares sensibles como Afganistán, Irak y Siria, según ha hecho público Strava Labs, la firma responsable de la app, que ha compartido en redes sociales un mapa de calor en el que se pueden observar los movimientos de todos sus usuarios, incluidos los militares que usan esta app para hacer deporte y que se la han descargado en sus pulseras Fitbit o similares.
La “red social de los atletas”, como los responsables de Strava definen su aplicación, se ha convertido así en una amenaza para los Departamentos de Defensa de diversos gobiernos del planeta. Si la posición de las bases militares es conocida por grupos terroristas, el mapa de geolocalización revela los itinerarios próximos a las bases. El mapa muestra igualmente la intensidad de los desplazamientos. Afortunadamente, no se trata de información individual, pero sí global que permite tener a mano algunas pistas.
Según publicaba el periódico británico “The Guardian” el pasado domingo 28 de enero, 2018, el servicio ha desvelado la ubicación de bases militares secretas del ejército norteamericano. El mapa, publicado en noviembre de 2017, muestra todas las actividades que se han subido y se recogen unos mil millones de puntos “calientes” de datos GPS, según la compañía tecnológica, que dispone de 27 millones de usuarios registrados.
If soldiers use the app like normal people do, by turning it on tracking when they go to do exercise, it could be especially dangerous. This particular track looks like it logs a regular jogging route. I shouldn’t be able to establish any Pattern of life info from this far away pic.twitter.com/Rf5mpAKme2
— Nathan Ruser (@Nrg8000) 27 de enero de 2018
En Estados Unidos y en el oeste de Europa, la mayor parte del territorio está coloreada y no permite identificar las rutas, pero en ciertos países, no tan iluminados, los itinerarios destacan con claridad. Por ejemplo, en Irak, el mapa aparece mayoritariamente en negro, muestra de que hay poco uso de la app Strava. Los puntos iluminados corresponden a bases militares bien conocidas donde están destinadas las tropas de EEUU y de sus aliados. Es el caso, por ejemplo, de las bases de Taji, al norte de Bagdad, de Qayyarah, al sur de Mosul, de Speicher, cerca de Tikrit, o de Al-Asad, en la provincia de Al-Anbar. También aparecen bases secretas en el norte e oeste de Irak, donde se aprecian diversas rutas que los usuarios de la app han recorrido en sus desplazamientos y que con toda probabilidad son itinerarios utilizados por el Ejército de forma habitual. En Afganistán, se pueden ver lugares conocidos como la base aérea de Bagram y otros puntos en el sur del país donde hay una gran concentración de actividad.
Nathan Ruser, un joven australiano analista del Instituto de Analistas de Conflictos Unidos (IUCA), fue el primero en advertir el pasado 27 de enero 2018 en Twitter sobre el intenso uso de Strava en zonas despobladas de Siria y Afganistán donde se emplazan bases militares de Estados Unidos, así como otras en Turquía y Rusia, pertenecientes a ejércitos locales. A su juicio, las bases estadounidenses están “claramente identificables y son mapeables”. La razón de esto se debe en que los soldados, según se da por hecho, usan esta aplicación al igual que las personas digamos ‘normales’, de tal forma que al activar el sistema de posicionamiento a la hora de hacer ejercicio desvela detalles confidenciales. “Podría ser especialmente peligroso”, apuntaba.
Posteriormente, otros usuarios advirtieron casos similares en Irak y Somalia, como aparecía publicado en el lunes 29 de enero en “The Washington Post”.
El pasado fin de semana muchos usuarios comenzaron a rebuscar en esos mapas de calor para demostrar cómo esta información podía acabar siendo especialmente delicada, y se detectaron numerosos casos que hicieron saltar las alarmas. Está por ejemplo, como indicaba el usuario @DragonLadyU2 en Twitter, bases españolas como la de Viator de la Legión que está censurada en Google Maps, pero que aparece con cientos de recorridos en Strava.
Strava aclara que la responsabilidad es de los usuarios, no suya
Los responsables de Strava disponen desde hace tiempo de un documento oficial al que enlazan para aclarar la polémica, y allí explican que son los usuarios los que deben marcar actividades como privadas para que éstas sean excluidas de estos mapas de calor.
En la explicación técnica de cómo funcionan estos mapas de calor también incidían en ese punto (“las actividades privadas se excluyen directamente”) pero no parece que al menos de momento hayan tomado medidas para ocultar esa información tan delicada de esos mapas de calor, que siguen disponibles en esa web oficial.