El fin de semana del 1 de abril en Vilanova de Sau, Cataluña, 15 atletas aceptaron el reto de hacer el workout más largo de sus vidas. Dani García, redactor y co-fundador de Entrena como un héroe y co-fundador de Survival WODS, nos cuenta en primera persona cómo fue la primera edición de la Survival WODS.
Viernes 31 de marzo, ocho de la mañana, una furgoneta, más de 400 kilos en material para cargar y 70 kilómetros nos separan del inicio de la aventura.
Óscar y yo llevamos meses preparándolo todo: planificando entrenos, gestionando las inscripciones, la estancia, las comidas, haciendo la publicidad, los sponsors… Mucho curro que será en vano si este fin de semana no estamos a la altura y no les proporcionamos una experiencia única a los atletas.
Afortunadamente, trabajar con Óscar es muy fácil: es un currante, capaz de ordenar y gestionar mis ideas y compensar mi caos creativo. Además, siempre nos echamos unas risas, lo que hace el trabajo mucho más ameno. El viaje se nos paso rápido, salvo algún momento de tensión cuando creíamos que la “furgo” no daba más de sí y podía precipitarse hacia abajo en alguna carretera de montaña.
El viernes nos dedicamos a señalizar recorridos y estaciones, preparar el material y recibir a los atletas. Una vez llegaron y después de cenar todos juntos, atletas y staff realizamos una reunión introductoria.
En esta charla les quise dejar claras las normas del evento y los valores que buscábamos plasmar en la experiencia:
SURVIVAL
Supervivencia
No se trataba de ganar, sino de sobrevivir a los WOD. Da igual el orden, el objetivo era acabar todos los entrenos dentro del time cap.
Unidad
Se iban a encontrar con pruebas individuales y pruebas por equipos, pero siempre estaríamos trabajando conjuntamente. Aclarar que no competíamos contra nuestros compañeros, sino contra nuestras creencias limitadoras.
Resistencia
Survival wods es un evento de resistencia muscular, cardiovascular y sobre todo mental. Podía ser su mayor enemigo y su mejor aliado. Cómo se hablasen y cómo hablasen al resto les restaría o sumaría energía. El lenguaje interno era clave.
Voluntad
Para nosotros es más importante la voluntad, la intención, que la propia capacidad. Si quieres, puedes… o podrás. Si no quieres, aunque puedas ya estarás vencido. Si alguien no terminaba un WOD dentro del time cap quedaba eliminado (no sería SURVIVOR) pero podía seguir participando en todo el evento.
Integridad
En muchas pruebas no había jueces, solo entrenadores vigilando por la técnica. Confiamos en su palabra, a cambio les pedimos honestidad. La camiseta de SURVIVOR solo es un símbolo, pero este no significa nada si se gana haciendo trampas.
Les pedimos integridad a la hora de acatar las decisiones de la organización. Al terminar el evento estaríamos encantados de recibir feedback, pero durante las pruebas no había opción a réplica.
Valentía
Para nosotros ya eran unos valientes por apuntarse a semejante locura sin precedentes. A partir de ahí les tocaba seguir afrontando retos y demostrar que los valientes no son aquellos sin miedo, sino aquellos capaces de afrontarlos.
Actitud
Lo más determinante para ser un SURVIVOR es su actitud: en qué se va a focalizar durante el evento, cómo va a tratar a sus compañeros, cómo va a acatar las decisiones de la organización, cómo va a gestionarse.
Limites
Durante el evento descubrirían que, la mayoría de sus limitaciones está en su cabeza, tanto si crees que puedes como si no estás en lo cierto.
Una vez dejamos claras la normativa y el propósito del evento les pusimos un recopilatorio de sus vídeos de presentación. Fue una buena manera de acabar la reunión, liberando tensiones, conociendo a los compañeros mientras se echaban unas risas.
“Mañana empieza el desafío.
No nos importa cuántos acabéis, solo esperamos que nadie se rinda (salvo situación extrema). Descansad…lo que podáis”.
Y así los mandamos a la cama poco antes de las 12 de la noche.
A nosotros aún nos quedaba una hora y pico de faena. Entre alguna de las tareas, teníamos que esconder alrededor de la casa las 15 macetas que les habíamos pedido que trajeran. Ya fuese en los descansos, en los trayectos o en medio de un WOD, los participantes debían de encontrar al menos una maceta, ya que si terminaba el evento y no habían recuperado ninguna, quedaban eliminados.
Poco antes de las dos de la madrugada todo el staff nos fuimos “al sobre” a dormir.
O al menos a intentarlo.
UN AMRAP DE 7 HORAS
Sábado 4:30 de la mañana, todo el staff en pie preparando el inicio del workout más largo de sus vidas.
A las 5:00 A.M. despertamos a los atletas entrando en su habitación, cámara en mano, encendiendo luces y avisándoles con un seco:
“Tenéis diez minutos, empieza Survival WODS”.
A las 5:10 A.M., aquellos que no estaban en la puerta con todo preparado para empezar… tuvieron 20 burpees de penalización.
Una vez todos pagaron sus deudas nos desplazamos al primer escenario del evento, un campo de fútbol con el césped mojado… perfecto para tirarse al suelo.
Con la mochila a cuestas, el frontal y recién levantados, como calentamiento y preparación para el próximo evento solidario que estamos preparando, nuestros atletas empezaron el evento con 300 burpees. Tenían 50 minutos, tiempo de sobra. La mayoría lo llevó bastante bien, aunque ya hubo alguno a punto de caer eliminado. Por suerte, todos terminaron a tiempo.
Una vez entrado en calor, hicimos equipos de tres y nos los llevamos a un espacio lleno de árboles. Cada equipo tenia asignado un balón de ocho kilos y un árbol con una marca a unos tres metros aproximadamente. Tenían que hacer 900 wall ball entre los tres, sin quitarse la mochila, por supuesto.
¿Alguna vez has visto amanecer en medio del bosque mientras realizas un doble Karen?
Espectacular.
A continuación tuvieron diez minutos para buscar macetas, descansar y comer algo.
Después de 300 burpees y 300 wall ball (cada uno), llegó probablemente el WOD en el que más sufrieron. Consistía en recorrer unos cuatro kilómetros aproximadamente con una rueda de coche a cuestas. Y no, no eran unas ruedas cualquiera. ¡Eran de las grandes! Sobre todo los chicos de la tanda RX, que fueron obligados a escogerla los últimos.
Correr con lastre siempre es duro, pero si encima es una rueda incómoda de llevar, es una putada. Lo que no sabían es que al acabar el recorrido tenían que dejar la rueda y volver a repetirlo, pero sin rueda, con el handicap de que el time cap era prácticamente el mismo (dimos diez minutos de bonus) y muchos habían agotado más de la mitad con la rueda, pensando que les sobraba tiempo.
Ese cambio de planes supuso uno de los momentos más tensos de la competición. Creo que sobreviví, al menos, a cuatro miradas asesinas. Aun así nadie se quejó y al acabar el recorrido con la rueda todos, cagándose en mis muertos por lo bajini, volvieron para atrás para repetir el recorrido.
Una de las premisas de la Survival es que tienes que estar preparado para lo inesperado. Aquí el factor sorpresa está a la orden del día, al igual que en la vida real.
En un segundo puede cambiar todo, así que aprovecha y da lo mejor de ti en cada instante.
Cada puto día.
Aparte de ser uno de los workouts más duros del evento (teniendo en cuenta la tralla que llevaban ya) fue en el único en el cual tuvimos un pequeño susto, ya que Rubén, uno de los participantes RX, se cayó y se golpeo la rodilla en uno de los tramos. Eso le hizo cojear durante gran parte del trail y estuvo a punto de no poder terminarlo dentro del time cap. Cuando llegó, a falta de cuatro minutos, hubo un momento de éxtasis, alivio y celebración entre todos los compañeros y staff. Su actitud fue determinante para acabar un WOD de running con un golpe en la rodilla, donde muchos ya se hubieran rendido. Solo por eso ya se merecía ser un SURVIVOR, pero aún tendría que sudar mucho para conseguirlo.
Después de un leve y merecido descanso (con algunas nuevas macetas recuperadas), volvimos a hacer equipos, en este caso de cinco personas. Volvimos al campo de fútbol donde les habíamos preparado uno de los WOD más simples, pero desagradables a la vez. Consistía en recorrer 75 metros haciendo la croqueta (dando vueltas sobre nuestro eje horizontal) y 75 metros a cuadrupedia. Solo una ronda por persona en formato de relevos.
Milagrosamente nadie vomitó. Y eso que en el respectivo simulacro que Mario, coach de WODS, y yo hicimos una semana antes, un servidor, a pesar de ir en ayunas, estuvo expulsando amarga bilis y babas después de acabar dicho WOD.
Para recuperar el mal cuerpo les dimos 12 minutos de descanso activo en posición de sentadilla profunda. Y es que la fuerza, la resistencia y la agilidad no son suficientes sin una buena movilidad y fue aquí donde se vieron muchas carencias en cuanto a movilidad de tobillos y cadera.
Una vez más, gracias al apoyo del grupo y al poder de la manada, todos lo consiguieron.
Llegados a este punto, después de tantas horas de esfuerzo, no queríamos que nadie fuese eliminado, así que el último WOD de la primera tanda no iba a ser muy difícil. Volvimos a cambiar de equipos, otra vez de cinco, pero totalmente distintos. El último entreno consistía en realizar 250 pistols, 250 sit ups, 250 squats y 250 pull ups entre todos (a repartir como quisieran), y una vez terminasen tenían que ir a buscar una rueda cada uno y volver (dos kilómetros en total).
Este WOD representaba el final de la primera tanda. Después de siete horas de entrenamiento prácticamente ininterrumpidas, para nuestra sorpresa, todos, con mayor o menor dificultad habían logrado superar. Y si lo consiguieron fue gracias al trabajo en equipo, al apoyo psicológico que durante todo el evento se demostraron unos a otros y a una actitud envidiable. Da igual lo que les pidiera, lo hacían y punto. Y la mayoría de las veces con una sonrisa dibujada en su rostro.
Los atletas de RX tenia una misión secreta, velar por que sus compañeros terminasen la tanda de más de seis horas. Cada uno era el responsable de dos o tres participantes y, sin que estos lo sospechasen, tenían que animarles y echarles un cable siempre que la normativa del entreno lo permitiese. En caso de que alguno de ellos no terminase un WOD dentro del time cap, el velador RX sumaría a su mochila dos kilos de lastre al final de la tanda conjunta y el inicio de la siguiente. Pero no fue necesario, todos eran SURVIVORS… pero los chicos del RX no habían terminado aún.
Después de un breve parón para entregar las camisetas a los atletas que ya habían terminado, los cuatro valientes RX empezaron los WOD con barra. En general los pesos no eran altos, pero si después de siete horas de entrenamiento te dicen que tienes que coger 40 kilos a tus espaldas y trasladarlos un kilómetro… mucha gracia no te hace.
Algunos atletas estaban acostumbrados a las competiciones convencionales donde tienen el material preparado, hacen el WOD y listos. Pero claro, esto no es una competición de CrossFit, Survival WODS es otro rollo.
Una vez llegaron a la nueva ubicación (un skate park en ruinas abandonado), empezamos con el primer WOD de los RX:
4x
- 100 Double under
- 50 Deadlift 40 kgs
- 200m Run
Sin apenas descanso, se enfrentaron al siguiente:
8x
- 1 Snatch
- 3 Cleans
- 6 Thrusters 40kgs
- 100m Run
Aquí ya se empezó a notar el desgaste, sobre todo mental. El tiempo amenazaba tormenta y los atletas empezaron a desear que cayese una buena para que se diese por finalizado el evento. Pero no sabían que aún quedaba lo mejor.
45 minutos después, donde pudieron comer algo y descansar, llegó un todo terreno con un remolque que transportaba cuatro kayaks. Para la sorpresa de los atletas, cada uno debía transportar su propio kayak hasta el pantano de Sau (a partir de entonces, el pantano de SAW) a cuestas. Casi dos kilómetros con el transporte en un hombro. Incómodo de cojones.
Al principio no se lo creían, pero finalmente se resignaron y lo llevaron. Les prometí que merecería la pena y así fue. Una vez en el pantano se les dio una clase express teórica y se les explicó el WOD. Consistía en cruzar el pantano en kayak y, al otro lado de la orilla, hacer el siguiente entreno:
21-15-9
- Kettlebell swing con 16 o 20 kg (la primera que pillasen)
- Zancadas con kettlebell (x2)
Al acabar debían volver a cruzar el pantano en Kayak.
Además tuvieron la suerte de que, por profundidad, ese día se podía circular con el Kayak por dentro de la Iglesia de Sant Romà de Sau, el pueblo fantasma que hay en medio del pantano y que suele cubrir el agua a excepción del campanario. Pasar remando por dentro del campanario a través de sus ventanas tuvo que ser espectacular.
Eran casi las cuatro de la tarde y, al fin, después de 11 horas terminaba la primera edición de Survival WODS. Ver a los participantes llegar a la orilla ante la ovación de todos sus compañeros fue uno de los momentos más bonitos del evento.
Personalmente, después de tantas horas de trabajo, de tensión y al final de alivio, de que hubiera salido todo bien, y sobre todo, ver la emoción y la felicidad de todos los participantes… contener las lágrimas fue todo un reto.
Después de los abrazos y felicitaciones, juntamos puños, hicimos nuestro particular grito de guerra de WODS y dimos por finiquitado el evento.
EL AÑO QUE VIENE…
Cuando acabas un trabajo de semejantes características ni te planteas volver a repetirlo hasta pasados unos días, semanas o inclusos meses. Llevas tanto estrés acumulado que no quieres ni oír hablar de repetirlo. Necesitas asimilar todo lo vivido y recargar pilas antes de volver a empezar. En cambio, la experiencia fue tan brutal…
Ver como personas de diferentes partes de la península formaron una sola manada. Ver como muchos atletas se esforzaban por encontrar macetas, aun teniendo la suya, para que ninguno de sus compañeros quedase eliminado. Ver a todos los participantes ducharse y comer rápido a pesar de la fatiga, para poder asistir a la final del evento RX y animar a sus compañeros. Ver como todos fueron capaces de superar retos que parecían imposibles. Ver sus caras de felicidad al acabar el evento. Todo eso, no tiene precio.
Emociones así dan sentido a mi profesión. Dan sentido a mi vida. Mi misión es inspirar, ayudar y motivar a las personas a mejorar sus hábitos para cumplir sus sueños y sacar al superhéroe que llevan dentro. Y creo firmemente que ese sábado todos ellos sacaron su mejor versión. Al puto Batman, Superman o Wonder Woman que llevan dentro.
Pero todo esto no sería posible sin un dream team a mi lado. Por eso quiero dar las gracias en mi nombre y en el de Óscar a todo el staff por el gran trabajo que realizaron: Clara y Adri, por la parte audiovisual; Javi “el primo molón”, por su apoyo sanitario y logístico; Mario y Maik, por su ayuda desinteresada; a Marc de la empresa Aqua Terra de Kayaks y a los responsables de la casa Les Tallades por su excepcional trato. Agradecer también a los acompañantes su ayuda, a Infowod y Fehuhreinn por ser los primeros sponsors en confiar en el proyecto y, en especial, a los atletas por atreverse a un reto desconocido.
Al final lo mejor de todo esto es pasar buenos momentos rodeados de personas excepcionales. Por eso y porque lo mejor está aún por venir, abrimos las inscripciones para 2018.
Como solemos decir en nuestro grito de guerra particular.
El año que viene…
¡MÁS Y MEJOR!
Fue una prueba muy dura (lo peor la croqueta) pero el año que viene repetiré y si no pasa nada, en rx! El compañerismo fue brutal y el entorno impresionante.