“¡Increíble! Es diferente a todas las competiciones en que he estado. Ver toda la plaza llena, el ambiente de Herri Kirolak con crossfit, todos juntos. Sin palabras”. A pesar del cansancio y del calor, así explicaba Álex Fernández sus impresiones sobre lo que acababa de ocurrir el pasado sábado, 21 de mayo, en el frontón de Santesteban-Doneztebe (Navarra). Apustua, una apuesta inédita que enfrentaba a dos crossfiteros de CrossFit Runa, Fernández y Juan Carlos Lesaca, contra dos atletas del deporte rural vasco, Xabier Urrutia y Daniel Saldías. La apuesta: realizar lo antes posible cinco pruebas de ambas disciplinas deportivos. El premio: 3.000€. Todo un hito en el mundo del crossfit y del deporte rural.
Piedras esféricas, barras, bumpers, farmer carry, yugos, troncos y sierras. Elementos imprescindibles para realizar el trabajo, convertido en toda una hazaña por el intenso calor que apretaba en el frontón Bear Zana. Minutos antes del inicio de la prueba, los cuatro protagonistas se preparaban: mirada concentrada, estiramientos, colocar la faja, las rodilleras, observar el entorno y calentar levantado la piedra esférica de 80kg, el primer trabajo.
Las 18h. Empieza el espectáculo. Cada pareja de atletas tiene que levantar la piedra esférica 50 veces. Vemos dos técnicas: los runeros optan con ir turnándose, mientras que los herrikirolari realizan cuatro o cinco alzadas seguidas cada uno. Fernández y Lesaca acaban primeros e inician el segundo ejercicio, rápidamente seguidos por Urrutia y Saldías. Veinte plazas llevando a hombros un yugo de 200kg. Cada miembro de la pareja se turna en cada plaza de cerca de 30 metros. La prueba afecta ya a Dani Saldías que tambalea en la mitad del ejercicio. Su altura no le ayuda. Pero los gritos, aplausos y ánimos del público, acompañados por los consejos de su entrenador, hacen que siga la prueba.
Los crossfiteros siguen marcando el ritmo de la competición, adelantado sus contrincantes por varios minutos. Inician la tercera prueba: veinte plazas con txingas, con Farmer Carry. 70kg en cada mano. Fernández manifiesta mucha concentración y un ritmo imparable, mientras que su compañero muestra ya señales de fatiga. Lesaca tiene que dejar las txingas en el suelo algunas veces, para retomar el aliento, mientras que el coach de CrossFit Runa le acompaña con pasos decididos. La pareja rival repite este mismo patrón. Esta vez es Saldías el que necesita tiempos de descanso mientras que su colega, Xabi, le anima y le acompaña en las plazas.
Cuarta prueba. Fernández y Lesaca siguen marcando el ritmo. Tocan cincuenta thrusters a 40kg. Aquí es dónde los líderes lucen su técnica y maestría en este movimiento de crossfit. Para Urrutia y Saldías, es un punto débil. Éste último, cada vez más debilitado, levanta la barra con dificultad. Esta prueba marca la diferencia.
Ya han pasado treinta minutos y los crossfiteros inician el último trabajo del día: 20 cortes de tronco con arpana, o sierra larga. La prueba final fue la más esperada y aplaudida por el público que no dejó de volcarse en la prueba. Fernández marcaba el ritmo de corte, frenético. Lesaca luchaba contra el cansancio para seguirle. Ya llevaban más de cinco cortes de ventaja cuando Urrutia y Saldías empiezaban lo que es su especialidad. Con la dificultad añadida que diez de los veinte cortes tenían que realizarse en horizontal. Pero todo el trabajo anterior fuera una dura prueba física para Dani Saldías que, a pesar de su fuerza de voluntad y de los ánimos de la gente, tuvo que retirarse de la competición, siguiendo los consejos de su compañero Xabi y de su entrenador. Aun así, la pareja de herrikirolari realizó diez cortes en ambas modalidades –corte horizontal y vertical– enseñando a los presentes su técnica y profesionalidad.
Pero la apuesta no había acabado. Lo importante era acabar el trabajo. Y ese era el empeño de Álex que, grito tras grito, golpe tras golpe de sierra, empujaba hasta el máximo a su compañero Juan Carlos para terminar los dos cortes que faltaban. Un estruendo de gritos, aplausos llenó el frontón de una atmósfera única. Todo el público trasmitió su fuerza, su emoción y sus nervios a la pareja ya ganadora que cumplió su promesa de terminar el trabajo en 43:11 minutos.
Casi tres cuartos de hora de tensión, de esfuerzo y de sufrimiento compartidos entre todos. Ahora toca la celebración, la satisfacción de haber dado lo mejor de uno. Besos, abrazos, sonrisas y risas de alegría se dibujan en los rostros de los participantes. Por desgracia, los festejos se tiñeron de un halo de tensión y de inquietud cuando, momentos después del final de la competición, Daniel Saldías se desmayaba por un golpe de calor. Sus compañeros corrieron hacia él para ayudarle, mientras otros presentes trataron de despertarle. Minutos después, la ambulancia llega al recinto para atenderle, esta vez ya despierto. Todo quedó en un susto.
«Es una pena acabar la fiesta así porque, al final, hacía mucho calor, la deshidratación ha jugado un papel en todos. Estamos muy jodidos«, afirmaba Alex, apenado. «Al final, es ponerte a prueba y ves hasta qué punto puedes llegar. Y, evidentemente, nos estaba superando tanto calor y creo que si hubiera durado un ejercicio más o 10 minutos más, no habríamos aguantado ninguno de los cuatro. Eso sí, no creo que repita en un año o más», concluía. Este vez, el crossfit vence al deporte rural, pero la victoria es de estos cuatros valientes atletas que han realizado una hazaña herculeana, digna de los héroes de la mitología.
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