Se acerca el verano y, con él, la operación bikini. Llamamos así al esfuerzo que realizamos para tratar de rebajar los excesos de los meses fríos del año y este año, en particular, el confinamiento para poder lucir así cuerpazo en la playa o la piscina. Pero… ¿realmente sabemos cómo llevar a cabo una operación bikini de manera correcta y saludable? A continuación, enumeramos las principales claves para hacerlo.
Cuidar la alimentación
Lo primero en lo que todo el mundo piensa cuando se habla de “operación bikini”. Es importante no confundir el cuidar la alimentación con comer menos: no puedes privar a tu cuerpo de las calorías que gasta durante el día y todos aquellos nutrientes que necesita. Las cantidades en las que debemos ingerirlos varían según la persona y su actividad, por lo que lo ideal es contar con la ayuda de un nutricionista profesional que nos ayude a poner en marcha una dieta sana y equilibrada. Para empezar, lo básico: beber mucha agua y eliminar por completo las bollerías y refrescos azucarados.
Actividad física
Un cuerpo tonificado no solo se sustenta en la dieta: también debes realizar algún tipo de deporte, desde BodyPump hasta Crossfit pasando por el ciclismo. Sin embargo, se recomiendan especialmente aquellos aeróbicos como el running o la natación, en los que todas las zonas de nuestro cuerpo propensas a acumular grasa se mueven. Es importante que, si no estás acostumbrado a la actividad física, comiences no exigiéndote demasiado y vayas subiendo la intensidad con el paso de las jornadas.
Establecer metas realistas
Los objetivos que te señales tienen que ser conseguibles en el plazo que tengas disponible, y si este año has comenzado la operación bikini después de Semana Santa no puedes pretender obtener los mismos resultados que aquellas ocasiones en las que te has puesto a plan tras Navidades. Los milagros no existen, y es posible que si te marcas una meta poco realista te termines desanimando cuando no la alcances. Un buen método de trabajo es plantear pequeños retos, de baja dificultad y fáciles de cumplir, que vayan creciendo y complicándose conforme se vayan cumpliendo.
Afrontarla con una actitud positiva
Sí, a todos nos gusta más merendar una palmera de chocolate que una macedonia, pero debes recordarte que estás llevando a cabo la operación bikini por voluntad propia y que al final obtendrás resultados que, aunque pueden no llegar a ser todo lo buenos que esperabas, sin duda resultarán positivos. Sobre todo, no la lleves como una carga: bromea sobre ella con tus amigos y familiares y date un capricho de vez en cuando, que también te lo mereces. Es posible que, además de conseguir un cuerpo de escándalo, descubras comidas riquísimas y sanas que desconocías y deportes con los que disfrutes y que no habías practicado hasta entonces.
Como conclusión, decir que lo ideal no es llevar a cabo una estricta operación bikini cada primavera sino cuidar la alimentación y los hábitos de vida durante todo el año. No solo estarás más contento con tu cuerpo, sino que te ahorrarás la presión de estos meses y, sobre todo, ganarás en salud tanto física como mental.