Elige un trabajo que te gusta y no tendrás que trabajar ni un día en tu vida. Esta frase de Confucio nunca ha sido tan acertada en el caso de Adrienn Banhegyi, tres veces campeona del mundo de salto a la comba y que llegó a tener el récord del mundo realizando 330 saltos triples consecutivos en 2006. Con tan solo 32 años, Adrienn tiene ya 24 años de carrera profesional a sus espaldas que engloba su faceta de atleta del salto a la comba, de artista del Circo del Sol y de profesora. Ésta última es una vocación que viene de familia ya que sus padres son profesores y fue su padre el que la inició, con 8 años, al salto a la comba.
Encantadora, risueña, alegre y con una risa contagiosa, Adrienn colabora desde un tiempo con Velites Sport para impartir seminarios de Jump Rope por boxes de toda España. INFOWOD ha estado en uno de sus cursos y ha tenido la oportunidad conocerla.
¿Quién es Adrienn?
Soy húngara. Hace 24 años que practico el salto a la comba. He participado en muchas competiciones por toda Europa y por el mundo. Luego, he empezado a trabajar con el Circo del Sol y ahora estoy dando seminarios con Velites Sport. Mi hermana también es artista del Circo del Sol, también practica el salto a la comba, y solemos trabajar juntas.
¿De dónde viene tu pasión por el salto a la comba?
Mi padre había desarrollado un programa de aprendizaje específico con la comba ya que es un deporte que pide coordinación y concentración. Mis padres trabajan con niños con discapacidad psíquica. Para mí, primero fue un hobby y luego entré en la federación nacional húngara y empecé a viajar mucho para participar en competiciones.
¿Y tu objetivo era ser la mejor?
Mi objetivo era ser la mejor del mundo en algo. He jugado a balonmano de forma profesional, también he practicado más deportes de alto nivel, pero lo que más me gusta es el salto a la comba. También viene de la experiencia que he tenido con los niños en la escuela de mi padre. Era algo especial. Y la mentalidad en el club es muy diferente a la que puedes encontrar en otros deportes. Me gustan todos, pero disfruto mucho más por estar tanto sola como en pareja o en equipo.
¿Es una disciplina exigente?
Creo que, como cualquier otro deporte, si practicas un deporte a nivel profesional éste requiere una cierta disciplina. Sí, el salto a la comba me exige eso. Sobre todo si quiere cumplir un objetivo. Pero, del otro lado, disfruto entrenando. No es algo que sea difícil. Me divierto de forma natural entrenando, sea con la comba o haciendo otras cosas para mantenerme en forma o para pasar el rato haciendo deporte. Si te preparas para una competición, es algo diferente. Tienes que prestar atención a muchas cosas para estar en lo mejor de tu forma física en el momento adecuado. Para ello, porque este deporte es nuevo, hay también una parte de experimento para saber qué funciona mejor.
¿Cuáles son las claves para ser campeona del mundo?
Existen cuatro disciplinas en la categoría individual: tienes tres minutos de velocidad –el juez cuenta cuántos saltos puedes hacer en este tiempo–, luego 30 segundos –lo mismo–, resistencia para saltos triples –cuántos saltos puedes hacer sin fallar– y estilo libre. De modo que si eres bueno en estos cuatro ejercicios, puedes ganar. Pero es cada vez más difícil porque este deporte evoluciona mucho. Tienes que estar en lo más alto y necesitas tener una condición física óptima, porque son ejercicios que piden mucha resistencia y técnica, así que tienes que estar muy en forma. Y para el estilo libre, puedes combinar trucos con movimientos gimnásticos. Me gusta hacer diferentes coreografías sincronizadas con la música y tengo mi propio estilo que es integrar la velocidad en el estilo libre para realizar los mismos movimientos pero a gran velocidad. Es algo menos común, de momento.
¿Cómo se vuelve una artista del Circo del Sol?
¡Eso fue difícil (risas)! Porque llegué en el cuartel general en Montreal y estuve trabajando dos semana y media con diferentes coreógrafos y no tenía formación teatral, sólo un pasado de competiciones. Y para una competición, la dificultad está en aguantar, en superar tus propios límites porque es mucha resistencia, mucho cardio. Es algo que se ve mucho en crossfit, es lo mismo. Tenía un ligero sentido de la actuación con el estilo libre pero nada teatral. Al final, es deporte. Las dos primeros semanas, los coreógrafos lo pasaron fatal conmigo, porque actuar no era algo natural para mí. He tenido que aprender a actuar en un escenario, saber dónde mirar, interpretar un personaje que no es el tipo de persona que yo soy en la vida real, como una señora de la limpieza (risas), y es algo difícil de interpretar con una comba. Entonces, me ha costado mucho desarrollar esta faceta teatral de mi personalidad.
¿Esta experiencia viene a completar una parte creativa de tu personalidad?
Sí, me ha ayudado mucho en el escenario pero también en la vida. Mis entrenamientos están abiertos a otras perspectivas. En el mundo del circo tienes que estar abierto a todo, porque hay tantas nacionalidades diferentes que trabajan juntos, diferentes culturas. Es un mundo muy abierto. Entonces, empiezas a entender esa importancia y lo mucho que te sirve si entiendes la importancia de estar listo para actuar. Pero pide cierto tiempo para llegar a esa libertad, no estresarte y encontrar una cierta comodidad en todo ello.
Atleta, campeona del mundo, récord del mundo, artista y también profesora. ¿Es una secuencia lógica en tu carrera profesional?
He estudiado para ser profesora de inglés y de educación física y estaba dando clases antes de entrar en el Circo del Sol. Sí, una parte de mí siempre será una profesora, sobre todo porque en mi familia, todos son profesores. No tenía elección. Pero, ahora mismo, es solo una parte porque sigo haciendo actuaciones. Tengo también un programa de fitness, no solo seminarios, también cursos para entrenadores. Participo también en un programa caritativo, donde realizamos espectáculos. Estoy metida en muchos proyectos diferentes y también colaboro con el equipo de marketing del Circo del Sol, como artista y como enlace con los medios de comunicación. Es una experiencia muy interesante porque es diferente de solo actuar, y aprendo mucho. Son muchas cosas, pero siempre mantengo un hueco para la enseñanza.
¿Es más fácil enseñar a niños o a adultos?
Depende del grupo (risas). Me gustan los dos. No creo que uno sea más difícil que el otro. Es muy diferente. Los niños no se cansan y eso me gusta mucho porque se lo pasan bien. Los adultos, en una clase de hora y media, tienes que pensar que un ejercicio que es fácil para mí después de 20 años de entrenamiento, puede ser difícil para la gran mayoría de la gente. Por eso, con el salto a la comba, tengo que ir viendo hasta dónde puedo llegar para que la gente pueda divertirse y aprender adecuadamente, sin tener que irse porque ya no se pueden mover.
Impartes seminarios por boxes a través de España. ¿Qué opinas del nivel de tus alumnos?
No trabajo solo con atletas del crossfit, también con profesionales de otros deportes, pero me gusta la gente del crossfit porque tiene una mentalidad que les permite aguantar mucho. Y para el salto a la comba, necesitas esto. Cuando doy un curso en un gimnasio y la gente ve que es una clase de salto a la comba de una hora, se asusta. Y me gusta venir a España porque el nivel es bueno. Es muy equilibrado y hay buenas bases. La dificultad que veo, en el caso del crossfit en general, es que la gente quiere hacer saltos dobles pero no es el primer movimiento que se suele enseñar. Necesitas un par de pasos antes para llegar a hacerlos y me he dado cuenta que no se enseñan. Por eso cuesta mucho coger la técnica y alcanzar velocidad porque faltan las bases.
¿Has probado el crossfit?
¡Sí y me ha dolido todo (risas)! Suelo apuntarme a alguna clase cuando me quedo mucho tiempo en un sitio, para no centrarme tanto en el salto a la comba. Es interesante para mí probarlo, para entender lo que se vive y cómo se entrena antes de asistir a una clase de comba. Me gusta la mentalidad, estás preparando para aguantar muchas cosas. No es un entrenamiento fácil, para nada. Pero, me gustan los entrenamientos duros, así que está bien.
Los saltos dobles son un ejercicio presente en los WODs, ¿puedes darnos algunos consejos básicos para aplicarlos en nuestro entrenamiento?
Si estás empezando, siempre recomiendo darle vueltas a la comba en cada lateral sin saltar, para tener un buen control y para descansar un poco y volver a los saltos sin parar del todo. Te permite también entrenar los brazos y asimilar la técnica. Y como me imagino que muchos están interesados en la técnica de los saltos dobles, hay que tener en cuenta tres factores en la posición de los brazos: mantenerlos siempre ligeramente delante de ti y cerca de tu cuerpo para que, una vez que estés cómodo con la técnica puedas ir rápido, e intentar relajar los hombros. Ya sé que se entrena mucho y que se tiene mucho músculo pero para el salto a la comba necesitas tener los hombros menos tensos y usar las manos. Otro consejo, antes de empezar con los saltos dobles, es aconsejable intentar hacer al menos 100 saltos simples sin fallar. Y también practicar los saltos con pasos de corredor, cambiar de pie en cada salto. Lo importante, es intentar no fallar esos ejercicios antes de intentar los saltos dobles. Aparte de estos, hay muchos más, pero creo que son los más útiles para el crossfit.
Y hemos participado en su clase. Adrienn es una profesora atenta y comprensiva que observa con atención cada uno de sus alumnos para corregir posturas, dar trucos y animar, siempre con una gran sonrisa de oreja a oreja. Hora y media de saltos, sudor, latigazos, aliento entrecortado y posteriores agujetas pero, sobre todo, de muchas risas. Aquí tienes un resumen en imágenes de lo que puedes vivir en un curso con Adrienn Banhegyi.
Agredecemos la amable colaboración de Velites Sport y de CrossFit Runa en esta entrevista.