El Crossfit, ¿es también para niños?

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¿Es el Crossfit un deporte para niños? Para responder a esta pregunta, será necesario analizar cada etapa evolutiva y así realizar el tipo de WOD acorde para desarrollar las condiciones físicas pertinentes, siempre en armonía con el grado de maduración y crecimiento de la persona. Pero, especialmente, en el caso del entrenamiento de fuerza, es un caso que ha preocupado a muchos autores.

Todos parecen estar de acuerdo sobre cuándo se deben empezar a trabajar las demás cualidades físicas básicas con los niños: la resistencia cardiorespiratoria y muscular, la flexibilidad o la velocidad. Pero cuando hablamos de la fuerza aparecen diferentes posiciones.

De entre las razones, según sus detractores, encontramos:

  • Hay diferencias estructurales en la musculatura de los niños.
  • Ausencia de determinadas hormonas metabólicas.
  • Excesivo estrés para un organismo que está todavía por construir.

Y, según sus adeptos, apuntan:

  • Se pueden prevenir futuras lesiones articulares, ligamentosas y tendinosas.
  • Aumento de la densidad mineral ósea que puede prevenir al joven de osteoporosis en su madurez, además de un aumento considerable de la fuerza.

Aun así el Crossfit, ¿es también para niños? Para resolver esta pregunta, es necesario hablar de fases sensibles: son los periodos de la vida en los que en el organismo se observa una especial sensibilidad, así como una rápida y abundante reacción ante ciertos estímulos de entrenamiento.

El entrenamiento de fuerza debe comenzar a planificarse a partir de los 7 años (entre los 7-8 años parece evidente la existencia de una fase sensible). Dentro de esta fase, los estímulos de fuerza rápida y fuerza resistencia pueden tener un importante efecto positivo en el niño, basándose fundamentalmente en ejercicios y movimientos naturales como empujar, correr, traccionar, trepar y saltar. Todo este tipo de movimiento definen el Crossfit.

De esta manera aumentan la capacidad funcional de los grupos musculares extensores facilitando la correcta postura y la actitud corporal. Estas edades son muy delicadas, ya que los tejidos conjuntivos (tendones, ligamentos y cápsulas articulares) y las estructuras óseo-articulares son muy plásticas y débiles porque todavía no están completamente desarrolladas. Esto también nos indica que hay que evitar aplicar grandes cargas, así disipamos el riesgo de lesión o malformaciones.

Hasta los 13 años, la fuerza no tiene un gran desarrollo, ni hay grandes diferencias entre chicos y chicas. El aumento de fuerza en esta fase se debe a la coordinación inter e intramuscular y al crecimiento fisiológico (Domínguez La Rosa, P. y Espeso Gayte, E. (2003). Bases fisiológicas del entrenamiento de la fuerza con niños y adolescentes). Es decir, estaría ligado a un desarrollo de procesos nerviosos, no procesos hipertróficos.

Cada vez parece estar más claro que un buen entrenamiento de Crossfit, con la realización de ejercicios de fuerza siempre BIEN ADAPTADO, puede traer grandes beneficios y una mayor calidad de vida.

 

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