CROSSFIT ¿El inicio de una nueva disciplina olímpica?

Desde los Juegos Olímpicos antiguos se han combinado diferentes pruebas deportivas como el pentatlón, que combinaba carrera a pie, lucha, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y de disco, con las que distinguir al mejor y más completo atleta de entre los mejores. Incluso existe un tipo de pentatlón militar, aunque no olímpico, proveniente de los Países Bajos en la II Guerra Mundial. Todos ellos con un fin extra al de la mera competición, consistiendo en pruebas con ejercicios que preparaban  para poder afrontar las necesidades físicas de la sociedad en esos momentos, ya sea en el campo de batalla o en las tareas del día a día.

En crossfit sucede algo parecido. Está claro, que no por ello se van a valorar todos los ejercicios que se pueden llegar a ejecutar en una planificación anual, entre otras cosas porque son demasiados. Pero si vamos a la esencia del crossfit, allá por 1995 en California, encontramos modalidades ya instauradas como deporte, pero combinadas anteriormente, como la halterofilia, gimnasia en anillas, atletismo… Es más, en uno de los primeros CrossFit Games se llegó a realizar el lanzamiento de una bola como parte de una de las pruebas combinadas. Estos ejercicios se suelen realizar en muchos WODs, combinados o por separado, pero siempre suelen estar presentes. Son los que requieren mayor destreza y práctica para poder economizar el esfuerzo en nuestros entrenamientos. Deben ser entrenados por separado y progresivamente para que sean seguros y efectivos al ejecutarlos a alta intensidad.

Ya que la definición de deporte nos hace saber que una actividad física se puede definir como tal si entre otros aspectos está sujeta a determinadas normas y que se realiza en competición o como un juego, es cierto que el caso de, por ejemplo los CrossFit Games, no sería comparable al método tradicional federativo y de medición de los resultados en otras modalidades deportivas ya instauradas. Por ello, sería una buena base con la que poder adentrarnos en una práctica más específica de ciertos ejercicios que provienen de otros deportes con sus federaciones y sus reglas propias. Siendo esta una manera más fácil para poder hacerse hueco entre los deportes reconocidos como olímpicos. Y con esto, disfrutar de los beneficios de los que disponen estos deportes ya instaurados y con más facilidades tanto sociales como educativos.

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Siempre siguiendo una misma línea en cuanto a requerimientos energéticos, esta posible futura evolución, podría centrarse en pruebas explosivas. Para hacernos una idea y tener una referencia cuantificable, podríamos hablar de pruebas que no superasen los dos minutos. Esto sería por no penalizar pruebas bases como la halterofilia o las habilidades gimnásticas y poder evolucionar casi hasta las mejores marcas específicas de los profesionales. Pero bueno, esto es algo que han superado con creces los atletas top del crossfit, que pueden afrontar diferentes distancias o pesos sin que sus físicos de halterófilos perjudiquen demasiado en las marcas.

Para comprobar que estas suposiciones nos están tan lejos de la realidad, pongámonos en la piel de un deportista de alguna modalidad que ya esté en el panorama olímpico. Su preparación base tendrá muchos puntos en común con la que realiza un atleta crossfitero. Es decir, deberán realizar innumerables combinaciones de ejercicios funcionales que tengan transferencia al gesto deportivo en competición. Esto quiere decir que entrenarán las diferentes fases del movimiento en competición con ejercicios iguales o al menos con activaciones musculares similares. La única diferencia con una prueba crossfitera, será que su competición será previsible en cuanto a distancia o tipo.

Aun así, la filosofía del crossfitero tiene mucho futuro y es que no sabemos hasta donde llegaremos. Sea como sea, el ser bueno en todo pero no especializarse en nada, nos hace atletas completos preparados para cualquier desafío, olímpico o no.

 

1 COMENTARIO

  1. Para que el Crossfit fuera deporte Olímpico, primero debería de dejar de ser una marca registrada, ya que en los juegos olímpicos se realizan modalidades deportivas, no un método de entrenamiento. Por el resto, es un deporte que tiene muchos seguidores, un marketing brutal y que si entrara a ser deporte olímpico en alguna ocasión, sería un bombazo. Pero si ocurriera eso, el negocio del dueño del Crossfit como marca se vendría abajo.

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